José Rosas

Diciembre 2019 | Cuautla

Hola amigos, comparto un poco de lo que pude hacer durante diciembre.

Sufijos que nos hicieron sufrir

En español podemos tener una palabra con significado como canción. Para decir que hablamos de más de una canción, necesitamos agregar letras al final, entonces canción pasa a convertirse en canciones, porque el sufijo al final modifica la palabra original para decirnos que es plural.

 El quechua también agrega estos sufijos que modifican el sentido de la palabra original, pero es muchísimo más complejo, pues puede agregar otro sufijo a la misma palabra y modificar aún más el significado, y otro sufijo más y otro más. De este modo, una sola palabra con varios sufijos consecutivos puede decirnos, por ejemplo, que una persona va al campo, acompañada y que la ruta de la caminata es alejándose de la persona que está hablando. Necesitaríamos 3 o más palabras para este mismo mensaje en español.

A estos idiomas se los conoce como aglutinantes, una muestra del ingenio de Dios. Pero también un reto para la traducción y para la tecnología.

Como les he contado antes, tenemos un programa llamado Paratext en el cual se va registrando la traducción de la Biblia para luego poder analizar, entre otras muchas cosas, qué palabras (raíces o sufijos) se están utilizando en el idioma y si están transmitiendo el sentido original.

Este mes, el quechua de Lambayeque hizo sufrir a las computadoras. Son tantas las combinaciones de sufijos que teníamos registradas (más de 1500 hasta el momento), que las computadoras de los traductores no eran suficientemente potentes para poder analizar estos sufijos en todos los versículos presentes.

 

Una pequeña parte de la lista de sufijos del quechua de Lambayeque

A Dios gracias tenemos opciones para saltar este inconveniente. Y aunque perdimos algunas opciones de revisión, ganamos la posibilidad de poder seguir el trabajo.

Cuan valioso es el trabajo de aquellos programadores que se dedican a mejorar el programa para superar estos inconvenientes.

 

Las difíciles coordinaciones para trabajar con Venezuela

Este mes tuvimos dificultades para lograr reunirnos con un joven venezolano que busca hacer el mismo trabajo que yo en su país, ayudando en capacitaciones para usar Paratext y otros programas.

A finales de noviembre se pudo reunir recursos para traer a este joven a Lima para trabajar junto conmigo por 2 semanas. Las dificultades vinieron para conseguir el visado para que pudiera entrar al país.

Intentamos por todos los medios conseguir los doumentos necesarios, incluso mi iglesia “El Sembrador” en Iquitos ayudó con parte de la documentación. Lamentablemente los documentos no fueron suficientes y no se aprobó su visado. Fue triste pero finalmente confiamos en que el Señor nos dice que es mejor así.

 

Revisiones de fin de año

Diciembre también es una gran oportunidad para hacer una revisión de cómo he estado trabajando con los equipos durante el año.

Pude separar tiempo para revisar los proyectos de Perú, con los que tengo mayores responsabilidades. Pude actualizar las estadísticas de avance y hacer un pequeño informe de partes de la traducción que los equipos necesitan completar. 

Permítanme pedir sus oraciones:

¢  Que Dios bendiga el trabajo de los programadores que continuamente mejoran los programas que utilizamos para la traducción de la Biblia y creación de materiales para evangelización.

¢  Respecto al joven venezolano, nuestra siguiente opción es reunirnos en Colombia. Planeamos concretar esto en febrero, Dios mediante.

¢  Por los planes de nuestra pronta nueva familia junto con Miriam y todos los recursos y preparativos que nos son necesarios para la boda.

 

Gracias por ser parte de lo que el Señor está haciendo en Sudamérica.

Web-blog: joserosas.org            

Correo: jose_rosas@sil.org

Celular: (+51) 961 531 796   

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