La historia del crecimiento de mi familia
Hace unos días, mientras Miriam y yo empacábamos nuestras pertenencias para una nueva mudanza, me detuve a observar las varias cajas y maletas que nos rodeaban. La imagen me recordó una mudanza de hace algunos años, cuando apenas tenía tres equipajes grandes: una cama, un colchón y una caja con el resto de mis cosas. ¡Cuánto ha cambiado mi vida desde entonces!
En aquel tiempo, mi equipaje era ligero, y mi facilidad para moverme también lo era. Tenía la libertad de ir y venir sin muchas coordinaciones. Ahora, la situación es muy diferente. Nuestra última mudanza ha requerido de muchos más paquetes, ¡y cómo no! si ahora mi equipaje incluye las cosas de tres personas.
Y es que esta gran cantidad de equipaje ahora representa el crecimiento de mi familia. Cada prenda de vestir o juguete de mi hija tiene una historia que nos recuerda algo, como sus primeras palabras, su primer gateo, o sus primeros pasos; o está relacionado a cierto familiar o amigo. De igual modo con las cosas que Miriam y yo tenemos juntos, representan recuerdos de las ciudades donde hemos vivido. Todo esto es una forma de ver cómo la vida ha avanzado.
Es decir que, más allá de lo material, mi equipaje ahora lleva consigo recuerdos y experiencias que aprecio. El hecho de que el equipaje haya cambiado tanto en estos años me muestra cómo hemos construido un hogar juntos.
Dejar atrás
Unos días antes de enviar nuestras cosas a la comunidad, mientras cerrábamos las últimas cajas, me senté y fue inebitable sentir nostalgia, porque ver esas cajas me hizo reconocer lo que estamos dejando atrás.
Ropa, juguetes y otras cosas que hemos dejado en diferentes ciudades, ya sea guardadas o entregadas a otros, también significa que estamos dejando esos lugares donde creamos recuerdos, así como familia y amigos que no veremos en un rato y con quienes seguiremos sin compartir de cerca el crecimiento de sus propias familias.
Las mudanzas son parte de nuestra labor como misioneros transculturales, y sí, a veces es duro decir adiós, pero también nos abre la puerta a tantas nuevas personas y aprendizaje que no tendríamos de otro modo.
Ahora, esta mudanza tiene un significado aún más especial, ya que nos llevará a vivir en una comunidad indígena ubicada en la selva central de Perú. Con un hermoso grupo que ama su idioma y cultura, y a quienes queremos apoyar para que puedan conocer mejor al Señor en su propia cultura, tal como el Señor los hizo.
Los nomatsiguenga
Los visitamos el año pasado mientras buscábamos una respuesta más clara de Dios, de si era el grupo a quien debíamos servir más de cerca.
En definitiva, mi equipaje ahora es mucho más que objetos materiales. Es un tesoro de bendiciones que representa el amor, la familia y las experiencias que hemos vivido juntos. Y aunque las mudanzas siempre sean un desafío, también son una oportunidad para recordar que nuestra verdadera riqueza está en las personas que amamos y en el servicio que prestamos a Dios.
¿Y tú, qué tesoros has acumulado en tu equipaje de vida?
La oración
¿Sabes que la labor que mi familia realiza, es la continuación de la obra que tantos otros han hecho a través de la historia, llevando el Evangelio a cada rincón del mundo? ¿Sabes que estos pies se han sostenido con las rodillas de los que oran?
Te invitamos a sumarte a nuestro equipo de oración. Creemos firmemente en su poder para sostener las misiones. Juntos podemos marcar la diferencia. Si deseas saber cómo unirte a esta aventura de fe y oración, no dudes en contactarnos.
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