Esperaré con fe

Estos días habían sido muy estresantes para mí. Sé que no todos entenderán, pero algunos sí, lo que es tener una mascota enferma y no poder hacer nada, porque simplemente no está en tus manos.

Romeo, mi gato desde hace 7 años, un gato noble y tierno, pasó por un periodo de enfermedad, no podía hacer pipí y tuvo que ser sondeado. Mientras pasaba por este proceso de verlo y decidir junto con Pepe lo mejor para él, incluso si era dormirlo, oraba a Dios que lo ayudara y no le permitiera sufrir más, fuera que muriera o viviera.

El gemir de la creación

Mis amigas y yo estamos estudiando el libro de Romanos, ahora estamos en el capítulo 8 y mientras lo leía me asombró ver estos versículos:

[20] Contra su propia voluntad, toda la creación quedó sujeta a la maldición de Dios. Sin embargo, con gran esperanza, [21] la creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios. [22] Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto;

Y pensaba, Romeo es parte de esa creación, su cuerpo también sufre, gime con dolor, la creación de Dios espera que seamos liberados de la muerte.

A la vez, pensaba en un pastor tan lindo y humilde que conocí en Guadalajara que está pasando por un problema de cáncer avanzado. Pensaba en que Dios hace las cosas tan distintas a como uno quisiera, he orado tanto a Dios por sanidad para ese pastor y, aunque hay avances, el cáncer no se va. El tiene dolor, también sufre, tal y como dicen estos versos:

[23] y los creyentes también gemimos—aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura—porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento.
Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió.

Nosotros, como parte de su creación, también sufrimos.

Esto no siempre fue así, es el resultado del pecado en el que nacimos. El pecado entró al mundo cuando Adán y Eva desobedecieron y ahora nosotros nacemos en pecado, con un cuerpo con imperfecciones, tan susceptible al dolor, a enfermedades y nuestro fin es la muerte. Pasar por esos procesos de dolor, no es tan alentador, y sin embargo, tenemos esperanza:

[24] Recibimos esa esperanza cuando fuimos salvos.

Estaremos con Él

Cuando creímos que todo estaba perdido, vino Jesús a dar su vida para rescatarnos. Cuando creemos en el sacrificio que Él hizo para poder acercarnos al Padre, tenemos esperanza, porque llegará el día en que seamos restaurados, que vivamos con él, que no tengamos que gemir por tanto sufrimiento, seremos librados de la muerte, pues tenemos vida eterna con Él.

Ahora escucho esta canción (al final de este texto) y cobra tanto sentido, su coro que está basado en 1 Tesalonicenses 4:16-17:

[16] Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. [17] Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre.

Y sea que muramos primero o Jesús venga mientras aún vivamos, nuestra seguridad es que estaremos con Él, porque, como dice Romanos 8:18:

[18] Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.

No hay lugar más seguro y lleno de paz que con Él, y con Él nos espera un futuro sin dolor ni sufrimiento, libres de pecado.

Por ahora “Gime mi corazón junto con la tierra en espera de aquel que trae libertad; mi espíritu clama con sed en este desierto y en medio de mi recorrer, me alienta el saber que: Volverás y entre las nubes me levantarás. Despertaré, al día de tu regreso, resucitaré. Me encontraré contigo, cara a cara yo te veré. Esperaré, esperaré con fe”.

Basado en Romanos 8, Nueva Traducción Viviente.

Puede ver otro de nuestros devocionales haciendo clic aquí.


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