Los arhuaco, hablantes del idioma iku, habitan ciertas zonas de la Sierra Nevada al norte de Colombia.
Ellos tienen una vestimenta muy original, una especie de túnica blanca adornada con algunas lineas, de colores llanos y rectos para los hombres y con bordados más coloridos para las mujeres. Los arhuaco también son dueños de unas mochilas muy famosas en la zona, que son tejidas por las mujeres.
Otra particularidad
Los cristianos del pueblo arhuaco tienen otra particularidad no tan positiva, ellos deben hacer frente al rechazo de su pueblo.
¿Alguna vez tu familia te ha rechazado por una decisión verdaderamente importante? ¿tu elección de profesión, de pareja o de fe ha sido razón para que te rechacen duramente? Si no ha sido así, felicidades, pues el dolor de ese rechazo solo es calmado por la convicción de una decisión bien tomada.
Estos cristianos deben hoy en día, “en la latinoamérica de libre religión”, sufrir el rechazo de su pueblo y en ciertos casos también el rechazo o por lo menos la vergüenza de la familia.
Burlados o perseguidos si intentan retornar a sus comunidades en las montañas, los cristianos deben rechazar su fe para ser aceptados, o de lo contrario bajar al llano a vivir con los mestizos.
Espero que puedas imaginar nítidamente lo que significa no poder volver al pedazo de tierra que consideras tu hogar. Es como si desearas visitar a tu familia o amigos queridos para estas fiestas y que te lo prohíban.
Aún así los arhuaco se esfuerzan por avanzar en la traducción de libros bíblicos para su pueblo. No es un esfuerzo por traducir textos vacíos o de solo entretenimiento, sino que es un esfuerzo por poner en el idioma del verdadero entendimiento de sus familiares y amigos, mensajes de perdón y esperanza, para dejar la vida llena de leyendas y miedos y tener la esperanza de un futuro juntos.
Esta navidad no des por hecho la libertad que tenemos y lo fácil que es decirle, a los que quieres, lo importantes que son para ti. ¿Cuánto tiempo más seremos libres de decir lo que pensamos o creer en lo que queremos?
¡Feliz navidad!
Romanos 8: 38-39